Comunicación y partición de las familias en la intervención con el alumno con TDAH

Para que la atención educativa al alumnado con TDAH tenga éxito se hace imprescindible la implicación de las familias. Escuela y familia deben colaborar y adoptar una misma actitud positiva que permita un desarrollo adecuado tanto personal como educativo.

En este sentido el tutor y el departamento de orientación juegan un papel fundamental que va a permitir el intercambio de información y la dotación a las familias de pautas, orientaciones y recursos para confluir la intervención que se lleve a cabo con el alumnado con TDAH.

Esta implicación y participación de las familias se puede realizar siguiendo las siguientes actuaciones:

1.     Manteniendo reuniones regulares con las familias: Estas reuniones van a facilitar el intercambio de información que permita un diagnóstico adecuado del trastorno mediante la información proporcionada por las familias.

Asimismo, desde la escuela se puede comunicar a las familias información acerca del TDAH, de manera que puedan llegar a tener un mejor conocimiento acerca del origen del trastorno, comportamientos que pueden esperarse...

 

Además, dichas reuniones también servirán para transmitir información a los padres de la evolución académica y personal de su hijo/a (rendimiento académico, la conducta del niño/a, su estado emocional, las relaciones con sus compañeros y profesores, etc.), así como para comunicar a los padres si se van a efectuar medidas de intervención, tanto dentro como fuera del aula (tipo de intervención, fechas, duración, lugar donde se va a intervenir, quien realizará la intervención, etc.).

2.    Para los intercambios de información también se puede utilizar la agenda. Mediante ella podemos asegurarnos que la información llega a las familias, de forma que puedan  supervisar el los deberes diarios, temas de estudio, fechas de exámenes y contenido que se evaluará, fechas de entrega de trabajos y requisitos de los mismos, materiales necesarios y toda aquella información relacionada con su progreso académico, esfuerzo, atención, comportamiento…

Las nuevas tecnologías pueden servir también para este cometido, de manera que a través del correo electrónico, whatsapp, etc. se pueda dar esta comunicación.

3.    Participación en actividades de formación destinadas a familias y profesorado de forma compartida (por ejemplo, cursos sobre TDAH, jornadas, conferencias, charlas, participación en escuelas de padres y madres...)

4.    Para que la participación de los padres no se limite únicamente a aspectos relacionados con su hijo, también se puede pedir la participación de la familia en otras cuestiones de la vida del centro, como pueden ser: participación en el Consejo Escolar, en las comisiones de convivencia, en actividades extraescolares o complementarias, etc.

5.    Con el fin de que la intervención que se lleve con el alumno trascienda del espacio escolar, se pueden establecer con los padres una serie de objetivos que permita trabajar conjuntamente y de los que se haga un seguimiento regular de la consecución de los mismos.

 

6.    En esta línea también se puede emplear con las familias el uso de contratos o compromisos pedagógicos.

7.    La información, los objetivos o los compromisos que se establezcan deberán girar en torno a las siguientes cuestiones:

-      Estructuración de espacios y tiempos

-       Planificación de tareas

-       Sistemas de refuerzo y uso de castigos

-       Estilos de exigencia y comunicación

-       Fomento del equilibrio emocional y de la austoestima

-       Mejora de las Habilidades Sociales

8.    Fomentar el asociacionismo: Además de ofrecer apoyo desde la escuela, es necesario orientar y animar a las familias a que compartan su experiencia a través del asociacionismo y mejoren su dominio de las diferentes situaciones que se puedan dar  a través de los diferentes recursos y servicios que se ofrecen desde estas asociaciones (formación, encuentros, actividades de ocio...).

 

Creo que desde estas actuaciones se puede favorecer el acercamiento, la colaboración y la participación conjunta de las familias y la escuela, de manera que todos remen en la misma dirección: el desarrollo adecuado y global del alumnado con TDAH.